Hoy es un día perfecto para leer historias. Y me encontré con esta pequeña historia de María José Ferrada; una historia de lluvia, de gotas y gente que canta.
“Cuando llueve uno puede ponerse botas de goma y salir a la calle para que el pelo y la ropa queden mojados. Si se saca la lengua se pude sentir el sabor del invierno dentro de la boca.
A las gotas de lluvia les gusta aterrizar en la ropa y en el pelo de la gente y les gusta más todavía cuando la gente canta.
Cuando alguien sale a caminar bajo la lluvia y además canta es posible que se moje un poco más porque a las gotas les gusta ir a vivir en la ropa de la gente que canta.
También se puede salir con un paraguas rojo o amarillo, entonces las gotas piensan que es un parque de diversiones, se resbalan rápido por las varillas, se empujan unas a otras y se ríen mucho.”
Muchas gracias, Jose, por permitirme usarla.
Qué bello texto, hace ver la lluvia con ojos de niño, con dulzura y con poesía